El otro día en un evento gastronómico que organicé para unos amigos me decidí por realizar un plato que les sorprendiera pero que a la vez fuera muy simple de preparar. Algo así como en el que debería ser ya creo el emblema del blog: Platos ricos, simples y preparados de manera rápida. El máximo inconveniente de la preparación no era el tiempo en si en esta ocasión, sino otro mucho más divertido, que fue no disponer prácticamente de instrumentos de cocina.
La apuesta era un poco arriesgada, ya que cuando me acerque a comprar al mercado de San Fernando solo tenía un objetivo claro, que era usar producto fresco ecológico. Me decanté por acercarme a este mercado porque en primer lugar el lugar de la preparación se encontraba cerca de Lavapiés, y en segundo porque pasé el otro día y vi que tenían mucha variedad de verduras diferentes. Estas eran ecológicas y estaban a buen precio para lo que suele ser el ámbito ecológico.
Al llegar a uno de los puestos me encontré con que podía coger espinacas al peso y coloridas acelgas de las que cogí tanto blancas como rojas. Lo que fue una pena esque el día anterior también tenían acelgas amarillas, pero esta vez no les quedaban. Asique para arriesgar un poco más en la preparación me decanté por preparar unas coloridas tostas de pan tostado con el resto de ingredientes crudos.
En la segunda foto que he puesto hay una extraña verdura que pertenece a la familia de las coles y tiene un extraño nombre que se me olvidó después de que me lo dieran en el puesto del mercado de San Fernando, a ver si cuando vuelva me lo apunto para escribirlo aquí.
Al final la elaboración se calificó como un éxito, y nadie se explicaba como era tan fácil comer acelgas crudas sin que les supiera amargo. El truco es el añadir el queso azul y las pipas, que le quitan el tono amargo aunque estén crudas. Así también los que menos verduras suelen consumir pudieron comprobar que una receta medio crudivegana puede ser apetitosa y saludable al mismo tiempo.
También me alegró que a pesar de tener poco tiempo últimamente pude dedicarle un poco de tiempo a realizar una receta interesante y creativa.
Ingredientes (para 1 ración):
- Hojas de espinas al gusto
- Hojas de acelga roja y acelga blanca
- Pipas de girasol peladas
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento amarillo
- Tomates
- Queso azul
- Un poquito de aceite
- Pan para tostar
Elaboración:
- Cogemos las verduras de hoja: Acelgas y espinacas; y los pimientos y lo cortamos todo en finas tiras que mezclaremos en un plato hondo con las pipas peladas y aceite de oliva.
- Cortamos los tomates en finas rodajas y los reservamos.
- El queso azul lo ponemos en un plato y le echamos un poco de aceite por encima y con el tenedor vamos mezclandolo hasta obtener una crema.
- Tostamos el pan y una vez tostado lo untamos primero con la crema de queso azul, después encima colocamos las finas rodajas de tomate y sobre ellas el resto de verduras.
- Aplastamos todo el conjunto un poco para que no se desarme y ya está listo para comer.
En la segunda foto que he puesto hay una extraña verdura que pertenece a la familia de las coles y tiene un extraño nombre que se me olvidó después de que me lo dieran en el puesto del mercado de San Fernando, a ver si cuando vuelva me lo apunto para escribirlo aquí.
Al final la elaboración se calificó como un éxito, y nadie se explicaba como era tan fácil comer acelgas crudas sin que les supiera amargo. El truco es el añadir el queso azul y las pipas, que le quitan el tono amargo aunque estén crudas. Así también los que menos verduras suelen consumir pudieron comprobar que una receta medio crudivegana puede ser apetitosa y saludable al mismo tiempo.
También me alegró que a pesar de tener poco tiempo últimamente pude dedicarle un poco de tiempo a realizar una receta interesante y creativa.
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